Cualquier tratamiento en fisioterapia conlleva riesgos y deben ser conocidos por los pacientes. En la entrada de hoy vamos a hablar sobre uno de los riesgos más graves de la terapia manual manipulativa vertebral, como es la disección de la arteria vertebral. La disección consiste en un daño interno del endotelio arterial que produce que la sangre se canalice a través de las capas del endotelio.

Pese a que cuenta con una  incidencia baja (se estima entre 2,6-3/100.000 personas), pone en riesgo la vida del paciente y es nuestro  deber como profesionales sanitarios identificar y derivar los casos que sospechamos que puedan presentar una complicación.

¿Qué más debes saber sobre la disección arterial y la terapia manual manipulativa cervical?

La disección arterial entra dentro del grupo de Disfunciones arteriales cervicales (DAC), las cuáles engloban todas las patologías vasculares y estructuras anatómicas que pueden ser comprometidas durante nuestra evaluación y tratamiento. Estas pueden acabar generando eventos de peligro vital como un infarto cerebral, estenosis, aneurisma, embolia distal…

En la definición de DAC aparece algo que cambia respecto al paradigma de los últimos años: no solo el tratamiento, no solo la manipulación puede suponer un riesgo, sino también la evaluación. El riesgo viene por alcanzar los últimos rangos de movimiento cervical en presencia de estas patologías. 

¿Se han producido casos de muerte tras una manipulación cervical?

Son varios los casos ilustrados en la literatura y en el ámbito público, uno de los casos más sonados es el de Katie May. El caso de la modelo Katie May (34 años) fue retransmitido en twitter por ella misma en 2016, el 29 de Enero sufrió de un episodio de dolor cervical agudo durante una sesión de fotos, acudiendo en dos ocasiones al quiropráctico por esta razón. En los días posteriores murió súbitamente por una isquemia cerebral a causa de una disección de la arteria vertebral.

Se ha especulado mucho acerca de si la lesión fue previa o posterior a la manipulación y acerca de si se pudo o no evitar. Para ello debemos entender la historia natural que las disfunciones arteriales cervicales suelen presentar:

  • La fase no-isquémica: en la cuál se produce el daño estructural, que puede o no progresar en el tiempo hacia un evento isquémico y que se manifiesta  como el dolor cervical que podríamos ver en consulta diariamente.
  • La fase isquémica: en la cuál se empiezan a ver alteraciones neurológicas.

Antes de seguir con la publicación y alarmarnos, merece la pena recordar que estos eventos son extremadamente raros (2,6-3/100.000). A pesar de ello, cómo profesionales de la salud debemos ir ojo avizor ante cualquier signo que nos indique patología vascular y que pueda comprometer gravemente la vida de nuestros pacientes, cada vez más los fisioterapeutas ejercemos como profesionales de primera línea en problemas músculoesqueléticos y debemos de estar a la altura.

¿Cómo evitar riesgos si quieres aplicar terapia manual manipulativa sobre la columna cervical?

Sin pruebas específicas no podemos saber si nuestro paciente sufre de DAC. Sin embargo, podemos atisbar pacientes de riesgo que podrían presentarlos. En un estudio reciente, se intentó encontrar una herramienta que nos permita rápidamente ubicar aquellos pacientes con riesgo de alteración vascular. Los criterios diagnósticos propuestos son los siguientes:

  • Tener menos de 55 años
  • Traumatismo o infección reciente
  • Aparición reciente de un dolor cervical o de cabeza NO familiar de moderado a severo.
  • Aparición reciente de un mareo NO familiar.
  • Aparición reciente de signos neurológicos en las últimas 5 semanas (alteración de pares craneales, signo de horner o alteración del equilibrio).

Los autores nos indican que la presencia de más de 3 de estos signos nos deben hacer sospechar de una posible disfunción arterial cervical (aunque repito, es algo extremadamente raro). Algunos otros autores (estudio) nos recomiendan la medida de la tensión arterial, pues en muchos casos la tensión aumenta muy por encima de los niveles normales (>140/100 p.ej.). Del mismo modo, a parte de estos hallazgos, los antecedentes familiares y los personales (obesidad, hipertensión, diabetes, hipercolesterolemia, anticonceptivas…) recogidos durante la anamnesis, nos van a hacer una idea del perfil de riesgo de nuestro paciente para presentar alteraciones vasculares. 

Conclusiones y aspectos prácticos

El objetivo principal de esta entrada es hacernos conscientes de que las disfunciones arteriales cervicales existen. Aunque infrecuentes deben ser tenidas en cuenta por el fisioterapeuta, independientemente del tratamiento que vaya a realizar.

Con la anamnesis exhaustiva y teniendo en cuenta las 5 variables previamente expuestas, podemos hacernos una idea del perfil de riesgo de nuestro paciente, lo que podemos complementar en caso de duda con la medida de la tensión arterial, lo que requiere de no más de 5 minutos en total.  Teniendo en cuenta que somos profesionales sanitarios es deber nuestro realizar un screening exhaustivo en aquellos casos menores de 55 años, que hayan sufrido un traumatismo o infección reciente, y cuya aparición repentina de dolor, mareo o signo neurológico nos debe hacer saltar las alarmas, derivando al servicio de urgencias para descartar patología grave.