Si alguno/a de los pacientes que acuden a tu consulta han sufrido una fractura ósea, muy probablemente te pregunten sobre qué tipo de férulas deben utilizar.  Aún se sigue viendo la inmovilización clásica con férulas de yeso, estas presentan importantes problemas en relación al mantenimiento de la higiene corporal, el comienzo de la rehabilitación e incluso posibles riesgos para la salud (ej. úlceras por compresión). No recomiendo en absoluto utilizar este tipo de inmovilizaciones. 

Hoy en día disponemos de mejores opciones para recomendar a los pacientes tras sufrir una fractura ósea. En esta entrada vamos a revisar las características a tener en cuenta en su elección, así como posibles ejemplos. 

¿En qué situaciones debe utilizarse una férula como inmovilización tras una fractura?

A pesar de que la inmovilización prolongada conlleva a efectos graves sobre la salud y puede suponer un problema en la recuperación tras una fractura (te dejo aquí una entrada al respecto), puede ser necesario utilizar algún medio de inmovilización a corto plazo para evitar un posible agravamiento de la lesión. 

Fracturas inestables

Existen diferentes tipos de fractura que pueden ser susceptibles de sufrir un desplazamiento si se producen aumentos repentinos de carga. En estos casos es interesante limitar la libertad de movimiento a través de férulas.

Necesidad de protección

La participación en ciertas actividades (ej. partido de fútbol) puede promover situaciones de riesgo. En estos casos es interesante aumentar la seguridad del deportista a través de férulas.

¿Qué características debe cumplir una férula ortopédica?

En el mercado hay disponibles una gran variedad de férulas ortopédicas que pueden utilizarse como medio de protección en pacientes que han sufrido una fractura. Sin embargo, los profesionales de la salud debemos orientar a los pacientes sobre las diferentes opciones que existen. A continuación he recogido las características que, bajo mi opinión, son las más importantes para su compra.

Material

Al contrario que con las férulas de yeso, ya existen férulas que permiten reutilizarse sin que pierdan sus características (grado de elasticidad, rigidez…)

Facilidad uso

Poder retirar la férulas para llevar a cabo la higiene personal y/o la curación de heridas es fundamental para reducir el riesgo de úlceras por presión e infecciones.

Grado libertad

La modificación de los grados de libertad de movimiento es clave para adaptar la férulas a las necesidades de protección del paciente a lo largo del proceso de inmovilización.

¿Cómo seleccionar la férula tras una fractura?

El primer paso a la hora de seleccionar una férula ortopédica tras una fractura es saber qué articulación va a inmovilizarse. Esto es fundamental, pues en la mayoría de los casos se inmovilizan más articulaciones de las implicadas en la fractura y eso provoca efectos muy negativos en la salud (ej. pérdida de masa muscular, diminución  de la densidad ósea…). Por tanto, se debe ser los más específico posible. ¡Pongamos algunos ejemplos!

Férula tras fractura de muñeca

Imaginemos que a consulta una paciente que ha sufrido una fractura de cúbito distal. Es importante elegir una férula que proteja en mayor medida esa zona, dejando libre los dedos y el codo, pues no se han visto involucrados en la lesión. 

Los materiales, en este caso neopreno, nailon y aluminio, son ligeros y reutilizables. Permiten graduar el grado de compresión a utilizar, lo que influye en gran medida sobre la seguridad percibida del paciente. 

Debido a su diseño, los movimientos que en mayor medida se van a ver limitados de forma temporal están en relación a la desviaciones cubital y radial de la muñeca, así como la flexo-extensión de esta. 

Férula tras fractura de tobillo

A pesar de que existan diferentes tipos de fracturas de tobillos que puedan necesitar de consideraciones especiales, debemos de tener en cuenta que la rigidez de los materiales en una primera fase tras la fractura debe ser mayor en la extremidad inferior que en la superior debido a la mayor demanda de carga mecánica que deben soportar. 

Las botas tipo Walker son muy interesantes en este tipo de lesiones, pues confieren una gran percepción de seguridad a los pacientes, son sencillas de utilizar y permiten su retirada para empezar la rehabilitación. Además, existen diferentes tállales que permiten adaptarse a las características antropométricas del paciente. 

Recuerda que puedes dejar un comentariosi quieres información sobre algún tipo específico de férula