Las lesiones deportivas son uno de los mayores determinantes del rendimiento de un atleta, pues pueden llegar a apartar al deportista de las competiciones y entrenamiento durante un gran periodo de tiempo. A veces, incluso, suponen el final de una carrera deportiva. Para que podamos hacernos una idea de la magnitud del problema que en ocasiones plantean las lesiones, solo en el periodo de tiempo que duran unos Juegos Olímpicos (17 días) se llegan a registrar más de 1000 lesiones en 11.000 atletas (artículo).
Todo profesional de la salud y el ejercicio, desde los fisioterapeutas hasta los readaptadores y/o entrenadores, deben de tener un conocimiento mínimo sobre las lesiones deportivas, pues a lo largo de su desempeño profesional tendrán que ayudar a las personas que las sufren. Por ello, en este blog encontrarás información basada en los últimos hallazgos científicos que podrán ayudaros a manteneros actualizados día a día, de forma amena, rápida y sencilla.
¿Qué tipo de lesiones deportivas hay?
Poder clasificar las lesiones en tipos o grupos con características comunes es muy importante a la hora de poder investigar sobre los tiempos de recuperación, pronóstico del deportista, así como sobre la efectividad de los tratamientos. Sin embargo, llevar a cabo esta clasificación no es tarea sencilla. A continuación os dejo las 3 variables más empleadas en la clasificación de lesiones:
Tiempo
Diferenciar entre lesiones agudas y "crónicas" ha sido un paso fundamental a la hora de plantear el manejo terapéutico.
Tejido
Las características de cada tejido influyen de sobremanera sobre la capacidad de regeneración y reparación de este tras sufrir una lesión.
Deporte
No en todos los deportes se producen las mismas lesiones. Por ello, es muy interesante estudiar la prevalencia en cada deporte.
¿Cuáles son las lesiones deportivas más comunes?
La epidemiología es una disciplina científica en el área de la medicina que estudia la distribución, frecuencia y factores determinantes de las enfermedades y lesiones existentes en poblaciones humanas definidas.
Si nos centramos específicamente en deportistas, las regiones con mayor número de lesiones serían en la pierna (artículo). Aunque, el resto de zonas corporales no están exentas de riesgos. Por ejemplo, la espalda tiene un menor riesgo de sufrir lesiones que el tobillo; sin embargo, el número de días apartados de la actividad deportiva es mayor en la espalda que en el tobillo.
¿En qué deportes hay más número de lesiones?
No todos los deportes reportan el mismo número de lesiones año tras año (artículo). La prevalencia de lesiones ha sido reportada como más alta en los deportes de equipo (75 %), seguidos del combate (64 %), raqueta (54 %) y atletismo (51 %). Por otro lado, la rodilla (28%) y el hombro (14%) fueron las articulaciones de mayor riesgo. Además, el tiempo perdido en la actividad deportiva después de la lesión fue mayor en la región de la rodilla (26 semanas). Por último, comentar que parecen producirse más lesiones durante el entrenamiento (58%) en comparación con la competición (42%).
Si te estás preguntando sobre cuál puede ser la razón de estas diferencias observadas en los estudios científicos déjame decirte que se deben interacción compleja de diversos factores (ej. frecuencia y magnitud en el contacto entre deportistas, calendario competitivo, superficie, edad y sexo de los participantes…). Es tal la complejidad en la relación entre los factores que se nos hace nimposible a día de hoy predecir qué deportista va a sufrir una lesión, cuándo va a ocurrir y dónde.
Sin embargo, existen libros muy interesantes sobre la epidemiología específica de cada deporte que nos pueden ayudar a reducir los riesgos.
¿Cuál es la causa de las lesiones deportivas?
Cualquier lesión deportiva atiende a un desequilibrio entre la carga o estrés mecánico que sufre un tejido determinado (ej. músculo) y su tolerancia. Si el estrés mecánico es mayor que la tolerancia o resistencia del tejido, se produce la lesión de este. Las diferencias entre los tejidos determinan, en parte, su capacidad de responder ante diferentes fuerzas. Por ejemplo, un hueso tiene una mayor capacidad de soportar fuerzas compresivas que un músculo (apuntes).
Si no estás familiarizado con los términos de estrés o tolerancia, no te preocupes. Un aspecto que puede ayudarte a comprender cómo se produce una lesión es visualizar la tolerancia de un tejido como la capacidad de llenado de un vaso; mientras que el estrés mecánicos debes de visualizarlo como la cantidad de agua que se echa en este vaso. Una vez tengas la imagen del agua y del vaso, vamos a ver diferentes situaciones:
- Si la cantidad de agua que se vierte en el vaso es menor que la capacidad de este, el vaso no desbordará. Es decir, si la magnitud de estrés mecánico es menor que la tolerancia del tejido, no se producirá la lesión.
- Si la cantidad de agua que se vierte en el vaso es m mayor que la capacidad de este, el vaso desbordará. Es decir, si la magnitud de estrés mecánico es mayor que la tolerancia del tejido, se producirá la lesión.
Por tanto, la relación entre el estrés mecánico al que se someten a los tejidos durante cualquier actividad que se realice (incluyendo la deportiva) y la tolerancia de dichos tejidos será el factor determinante en la producción o no de una lesión.
¿Se pueden prevenir las lesiones deportivas?
Si la tolerancia de los tejidos no se ve superada por la magnitud del estrés mecánico de las actividades deportivas, jamás se producirían las lesiones. Esto ha llevado a organismos tan importantes como la FIFA a crear programas de prevención de lesiones, donde se incluyen ejercicios cuyo objetivo es la mejora de la tolerancia de ciertas áreas muy demandadas en el fútbol (artículo).
Aunque se ha observado una reducción en el ratio de lesiones del 30% al comparar los futbolistas que realizaban dicho programa con los que no lo hacía, no se reduce por completo el riesgo. Esto se debe principalmente a la incertidumbre que existe sobre las demandas que pueden sucederse durante la práctica deportiva.
¿Cómo se tratan las lesiones deportivas?
Tras producirse una lesión deportiva, la tolerancia mecánica del tejido afectado disminuye de forma drástica. Esto provoca que nuestro cuerpo tenga que poner en marcha una serie de mecanismos de protección (ej. dolor, inflamación…) para reducir el riesgo de un posible agravamiento de la lesión si se continúa con el mismo nivel de exigencia en la actividad que se realice y comenzar los procesos de reparación y/o regeneración.
A pesar de que durante muchos años se ha recomendado reposo e inmovilizar por completo el área lesionada, los efectos negativos de la inmovilización prolongada sobre la curación de los tejidos y la propia salud del deportista han llevado a cambiar el manejo de las lesiones agudas. Muy probablemente sea necesario reducir las demandas mecánicas sobre los tejidos lesionados, pero el resto del cuerpo debe seguir ejercitándose para mantenerse sano ¡Esto es muy muy importante!
Por último, habrá ciertas consideraciones en base al tipo de lesión y el deporte, pero el punto fundamental está en relación a las características del deportista. Todo tratamiento que se vaya a realizar debe ser completamente individualizado. Un esguince de tobillo se manejará de forma distinta en dos personas diferentes. Po ello, siempre debe de acudirse a un profesional sanitario para que valore el caso y se proponga un tratamiento de forma conjunta al deportista.