En esta entrada nos centraremos en un tipo de lesión, las fracturas óseas, que muy comúnmente su tratamiento está basado en la inmovilización. Pero, ¿realmente es necesario estar inmovilizado tras una fractura? Veremos qué dice la ciencia al respecto. 

¿Qué tipo de lesión es una fractura ósea?

Una fractura se define como la pérdida de continuidad del tejido óseo. Existen una gran cantidad de tipos de fracturas, atendiendo al mecanismos de producción, la etiología, el patrón de interrupción del tejido óseo, el desplazamiento de los fragmentos, la localización  y la existencia conjunta de lesiones de las partes blandas. 

Aunque es interesante su clasificación, toda lesión (incluida las fracturas) atienden a un desequilibrio entre la carga mecánica y la tolerancia del tejido. Cuando la carga mecánica excede la capacidad de respuesta del tejido (tolerancia), se produce la lesión. 

Haciendo una analogía sobre la tolerancia del tejido óseo y la carga mecánica, podríamos representar su relación a través de la imagen de una planta y el agua para regar a la misma. 

Si regamos con demasiada agua (carga mecánica), nuestra planta no será capaz de asimilarla, y muy probablemente quede dañada.  

Esto mismo ocurriría si sufrimos un impacto, como una caída o un traumatismo, cuya fuerza excede la tolerancia del tejido óseo, produciéndose una fractura. Sin embargo, si hemos tenido la mala suerte de que se ha producido ya la fractura, debemos de saber cómo favorecer los procesos de curación relacionados con la creación de hueso (osteosíntesis). 

Analogía de la relación entre la necesidad de agua (carga mecánica) y la supervivencia de la planta (tolerancia a la carga del tejido óseo)

¿Por qué se inmoviliza tras una fractura ósea?

Todos/as conocemos a alguna persona que ha sufrido alguna fractura ósea, incluso puede que la hayamos vivido en primera persona. Si es así, también habremos visto como tras realizar una prueba de imagen (radiografía o resonancia magnética), y descartar la necesidad de intervenir de forma quirúrgica, se recurre a la inmovilización a través de una férula u órtesis de yeso. Sin embargo, si analizamos e investigamos qué ocurre cuando se impone este tipo de inmovilización, muy probablemente no encontremos apoyo científico para seguir aplicando este tratamiento. 

Antes de analizar algunos estudios al respecto, y aprovechando la analogía del agua y la planta, vamos a trasladar este escenario para observar los posibles efectos que tendrá la inmovilización sobre el proceso de curación de la fractura. 

Si mi planta (que representa al tejido óseo) se ha visto dañada, entendemos que necesitará cuidados especiales para recuperarse. Entre dichos cuidados incluimos la inmovilización a través de la férula de yeso, eliminamos cualquier tipo de carga mecánica sobre el tejido óseo. Esto, representado con el ejemplo de la planta, sería como dejar de regar a la misma. 

En esta situación yo me pregunto: ¿qué ocurre cuando dejas de regar una planta? Obviamente, la falta de agua no es para nada positiva. De la misma forma, la ausencia de carga mecánica no es favorable para los procesos de osteosíntesis. Y es en este punto, cuando debemos de recurrir al método científico para saber si nuestras hipótesis sobre el efecto de la inmovilización en las fracturas es correcto o no. 

¿Es mejor inmovilizar o no inmovilizar tras una fractura?

En 2020, Smeeing DP y colaboradores llevaron a cabo un estudio sobre las diferencias en la recuperación tras sufrir una fractura de tobillo al estar o no inmovilizado. 

Para ello, se dividió a una muestra de pacientes con una fractura de Weber tipo B que fueron intervenidos de forma quirúrgica en 3 grupos. 

    • Grupo 1: pacientes a los que se le permitía la carga temprana y sin órtesis. 
    • Grupo 2: pacientes a los que se les permitía la carga, pero con órtesis. 
    • Grupo 3: pacientes a los que NO se les permitía la carga temprana y sin órtesis. 

Las variables que se utilizaron como medida de mejora fueron: el número de días hasta la vuelta a la actividad y la percepción de la función (cuestionario OMAS). 

Los resultados en dicho cuestionario fueron tomados a las 6 y a las 12 semanas, así como a los 6 meses y al año tras la fractura (imagen). Cuanto mayor el resultado, mayor es la percepción de funcionalidad tras las fractura. 

¿Cuales fueron las conclusiones del estudio?










A nivel funcional, los grupos que permitían la carga temprana obtuvieron mayores mejoras a corto y medio plazo.

Los pacientes que cargaban de forma temprana volvían (grupo 1 y 2) antes a su actividad diaria y deportiva.

No llevar una órtesis durante la recuperación de la fractura no supuso un aumento de las complicaciones.

Los efectos de la no inmovilización también se ha investigado en otros tipos de fracturas

Fracturas 5º Metacarpiano 
Fractura Meseta Tibial
Fractura Vertebral 

No hay diferencias en la vuelta a la actividad, fuerza y rango de movimiento (Dunn JC et a, 2016).

Sin diferencias a nivel funcional ni en las pruebas de imagen (Chauhan A et al, 2018).

No existen diferencias en dolor y percepción de discapacidad (Goodwin VA et al, 2016 ).

La inmovilización no es necesaria tras una fractura, la carga mecánica sí.

Tras analizar la literatura actual, podemos concluir que la inmovilización no es superior en la recuperación de una fractura. La evidencia científica muestra ta través de una gran cantidad de estudios que es necesario mantener cierta carga mecánica para favorecer los proceso de curación del tejido óseo

A pesar de que aún hoy es común encontrar a pacientes que han sido inmovilizados tras sufrir una fractura, los profesionales debemos de formarnos en estrategias de recuperación durante periodos de inmovilización.

¿Qué hacer para recuperarme de una fractura durante la inmovilización?


Entrenamiento Oclusivo
Terapia Vibratoria

El entrenamiento oclusivo o con restricción de flujo sanguíneo ha demostrado ser efectivo en la mejora de los marcadores óseos relacionados con la osteosíntesis (Bittar ST et al, 2018). Si quieres saber más sobre esta herramienta, en 2019 escribí el único libro en español sobre este temática. 

La vibración local y/o general permite aplicar un estímulo mecánico eficaz en la mejora de la síntesis ósea a través del proceso de mecanotransducción (Dionello CF et al, 2016). Además, cuenta con grandes efectos sobre el dolor, la producción de fuerza y el mantenimiento de la masa muscular. 

Especialízate sobre cómo aplicar estas herramientas durante la inmovilización tras una lesión

ERPI

Estrategias de Recuperación durante un Periodo de Inmovilización

Saber más

En mis redes sociales podrás encontrar muchísimo contenido relacionado con la fisioterapia y la readaptación de lesiones


Facebook


Instagram