Las lesiones musculo-esqueléticas suponen uno de los mayores limitantes del rendimiento deportivo. En 2017, el grupo de investigación encabezado por Solingard y colaboradores observaron que durante los juegos olímpicos de Rio de Janeiro se produjeron más 1000 lesiones, las cuales imposibilitaron a los deportistas su participación en la competición. Saber qué hacer cuando se produce la lesión puede ser decisivo a la hora de una rápida y segura vuelta a la actividad deportiva.

¿Qué puedo hacer si he sufrido una lesión deportiva?

Visión tradicional del tratamiento de lesiones agudas

Son muchos los protocolos de intervención que se han propuesto a lo largo de los años en relación al manejo de lesiones de forma aguda. Desde el método RICE (rest, ice, compression and elevation) se han ido añadiendo, eliminando y modificando algunos de los pasos a seguir cuando se ha producido una lesión. Los objetivos de este tipo de protocolos estandarizados en el tratamiento de la lesiones agudas estaban centrados en la reducción del proceso inflamatorio y la protección del área lesionada. Por ello, en la mayoría de ocasiones se ha recurrido a la inmovilización de la extremidad o del área corporal y la eliminación de su participación en cualquier actividad. 

Visión moderna del tratamiento de lesiones agudas

Los nuevos protocolos de intervención, como el POLICE o el PEACE AND LOVE, apuestan por eliminar el reposo total o la inmovilización, por promover un mínimo de actividad (carga óptima). Este importantísimo cambio a la hora de manejar una lesión aguda se debe al descubrimiento de la rapidez con la que se producen las alteraciones en la salud durante el periodo de inmovilización. Estas alteraciones (atrofia muscular, pérdida de densidad ósea, disminución de los niveles de fuerza, alteraciones neuroplásticas…) suponen una gran limitación el proceso de recuperación, lo que conlleva a un mayor periodo de tiempo para la vuelta a la actividad laboral y/o deportiva. 

¿Es necesario y útil el reposo total y/o el abandono completo de la actividad tras una lesión deportiva?

La inmovilización y el reposo total provocan una rápida disminución en los niveles de masa muscular, fuerza, rango de movimiento, consumo máximo de oxígeno, excitabilidad cortical…  En la siguiente entrada tienes toda la información sobre la necesidad o no de inmovilizar tras una lesión.  No existe ningún motivo para abandonar de forma completa la actividad física cuando se está lesionado. Los fisioterapeutas y readaptadores deben de fomentar el mantenimiento de cierto grado de actividad física con el objetivo de evitar el Síndrome de Desacondicionamiento General (SDG)

Cuando una persona ha sufrido una lesión deportiva, debemos de promover cierto grado de actividad que evite la disminución de la condición física y de salud. Por ello, es tan importante  que los profesionales de la salud sean capaces de establecer objetivos específicos y globales durante el proceso de recuperación. 

¿Cuáles son los objetivos que hay marcar en el tratamiento de las lesiones deportivas?

Objetivos específicos en el tratamiento de lesiones deportivas

Estarían relacionados con potenciar los procesos de curación de los tejidos o sistemas afectados tras la lesión. Durante el periodo de inmovilización o de reducción de la actividad podrían aplicarse estrategias que mejoren la capacidad de los tejidos de soportar carga mecánica, como la electroestimulación y el entrenamiento oclusivo. Ambas herramientas, que pueden utilizar de forma conjunta o separada, van a atenuar las pérdidas de masa muscular y fuerza (Natsume T et al, 2015)

Además, los fisioterapeutas y readaptadores podrán utilizar estrategias de recuperación que estén centradas en revertir los cambios sobre el sistema nervioso central, como podría ser la aplicación de la observación de acciones y la activación de las neuronas espejo para aumentar la excitabilidad de la corteza motora durante la inmovilización (Bassolino M et al, 2014)

Objetivos globales en el tratamiento de lesiones deportivas

Para evitar el SDG y la disminución del rendimiento de todos nuestros sistemas corporales, es importantísimo adaptar la actividad física a las características individuales del paciente. 

Se pueden seleccionar estrategias como la educación cruzada o cross-education para producir mejoras en el estado físico y de salud del paciente a través del entrenamiento de la extremidad contraria. Además, el cross-education produce mejoras en el apartado neuromuscular sobre la extremidad lesionada, por lo que es altamente recomendable su aplicación desde el primer momento ( Hendy MA & Lamon S, 2017). Para potenciar dichos efectos cruzados, se puede aplicar el cross-education de forma conjunta a la terapia espejo (Zult T et al, 2016). Previo a su aplicación, debemos de explicar de forma clara y entendible cómo y por qué empezar desde el primer momento la recuperación.

¿Qué pasos debemos seguir para promover la recuperación tras una lesión musculoesquelética?

Valorar características y necesidades

Analizar los determinantes de salud desde un modelo biopsicosocial para conocer su estado actual (ej. niveles de fuerza, dolor, rango movimiento, expectativas…)

Establecer objetivos globales y específicos

En base a las características de la lesión, así como del estado de salud y de condición física, se propondrán objetivos de forma conjunta con el paciente.

Priorizar objetivos por escala temporal

Debido a que no todas las alteraciones derivadas del reposo y la inmovilización ocurren a la vez, se dará prioridad a aquellas quese produzcan más rápido (ej. fuerza). 

Establecer estrategias de recuperación

Seleccionar de forma específica las herramientas  que permitan cumplir los objetivos de forma eficaz (ej. imaginería, cross-education, etc).

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